martes, 28 de mayo de 2013

De gimnasios, obsesiones y negocios


Hoy me sentí un poco raro, por supuesto, aclaro desde el principio, de ninguna manera se trata de un asunto relacionado con mis preferencias sexuales, o que por mi cercanía a los 41 tenga ganas de experimentar "otros placeres"; no, por favor no confundamos.
Digo que me sentí raro porque de unos días para acá he asistido, gracias a una cortesía de mi amado padre, a uno de esos centros deportivos de súper wow... De esos que parecen verdaderas ciudades deportivas, en las que hay todo lo habido y por haber en lo que a deportes se refiere.
Natación, artes marciales, yoga, fitness, zumba, taebo, obviamente un Gym con unas máquinas de "no mames" y una serie de aparatejos de ultra tecnología para hacer ejercicio cardio vascular... no no no no es otro mundo!!!
Debo señalar que obviamente los aparatos de ejercicios no son lo único que resalta del lugar; es también importante destacar el ostento del recinto: piso laminado en las zonas de entrenamiento, pisos de mármol en las zonas comunes, clima artificial, vestidores de dos pisos con espejos gigantes y secadoras de cabello en cada stand de lockers, bueno pues hasta una plancha de vapor de esas que anuncian en la televisión; regaderas especiales de descarga temporal con sistema de alta presión "oxigen" que además de quitarte la mugre, ayudan a oxigenar mejor la piel, elevador, cafetería, guardería, ventanería de cristal templado que te da una visión panorámica de una de las zonas más nice del norte de la ciudad... En pocas palabras otro nivel.
En ese verdadero imperio del ejercicio existe, sin embargo, un gran contrastare: "NO HE DESCUBIERTO DÓNDE ESTÁN LAS CHAVAS HYPERBUENISIMAS EN MALLAS DE LIKRA HACIENDO EJERCICIO!!!..."
"TAMPOCO HE VISTO DONDE ESTÁN LOS WEYES CON CUERPOS MUSCULADOS, SÚPER DEFINIDOS Y CON SONRISA COLGATE...!!!!"
Muy por el contrario, todo el club está repleto de personas de la tercera edad, obviamente con el resultado esperado de todos los años de abuso y descuido, reflejados directamente en un cuerpo que evidencia deterioro.
También está plagado de señoras de mi edad que se ve que al no tener mucho quehacer dedican un buen número de horas al día para "ir al Gym" aunque la realidad es que más bien, van a hacer ejercicio "de lengua", es decir, nomás van a platicar con el grupo de amigas.
Claro también hay uno que otro personaje que se nota, si va a hacer ejercicio. Pero honestamente son los menos. En torno a este punto, un amigo muy querido que trabajo algunos años como coordinador de entrenadores en una de estas cadenas deportivas, me comentaba que hay estudios científicos muy complejos que demuestran que  los gimnasios, al igual que los antros y las iglesias, son lugares muy concurridos por personas que tienen problemas psicológicos, sobre todo de autoestima, y que de alguna manera el pensar que se está haciendo algo en torno a algún aspecto que no nos gusta de nosotros mismos, tipo "mi grasiento cuerpo", ayuda a que dichos problemas sean más llevaderos.
Aunado a ello, dentro de los resultados de esos estudios hay un elemento súper interesante: que a final de cuentas el resultado de ir al Gym no es tan importante como estar ahí.
Es decir, que para muchos de los que vamos al Gym lo verdaderamente importante no es obtener los resultados imaginados, sino que con poder ir, aunque sea a platicar, nos conformamos.
De ahí el éxito evidente de grandes empresas que atacan el problema de lleno, es decir, brindan alivio a una necesidad muy presente en una población como la nuestra, con muy baja autoestima, la disfrazan de centro deportivo de ultra tecnología y juntan a muchas personas que padecemos del mismo mal... Wow!!!!
Incluso el eslogan que viene manejando Sporcity es el del "deporteismo" conceptualizándolo como un estilo de vida volcado en el deporte.
Obviamente cobran el cargo respectivo, que por cierto, déjenme decirles que no es nada, pero nada accesible.
Al entrar por primera vez pensé de verdad que era un lugar exclusivo para ejecutivos de alto rango, directivos, empresarios, etc. Pero la verdad es que no, según lo que se puede ver a simple vista, la mayoría de los asistentes lo hacen porque les gusta el lugar, o en su defecto, por aparentar, situación por demás común en nuestra sociedad.
Y obviamente un aspecto que esas grandes cadenas han sabido explotar, imagínate reunir a un montón de personas con las mismas carencias o necesidades. Bueno para no escucharme muy ardilla digamos un grupo grande de personas con la misma afinidad, reunidas en un lugar que emana exclusividad.... Pues ya está hecho el negocio!!!!
Aclaro que no tengo absolutamente nada en contra del lugar, ni en contra de lo que vende, muy por el contrario, yo soy habido consumidor de esa idea, tanto que ahí estoy.
La reflexión, sin embargo, apunta en varias direcciones las cuales trataré de resumir:
·         La verdad si sentí feo al ver a tantas personas adultas mayores, no porque me incomode de ninguna manera, sino que me vibra fuertemente la idea de que sea hasta esa edad en la que alguien se pueda dar chance de estar mejor, de tratar de detener el tiempo y ganarle un poco de terreno al hoyo, y como dijera mi padre: "a esa edad ya para qué"... Y reitero no es que me incomode que el lugar esté repleto de adultos mayores, lo que siento gacho es ver a personas a quienes quizá la vida no les dio la oportunidad de hacer ejercicio a una edad en la que se podría disfrutar más de los resultados. Y si claro, mi papá también es adulto mayor  y sigue entrenando, la diferencia abismal es que mi papá lleva 30 años entrenando y hace un par de años, a su edad, fue Míster México de su categoría. Eso cambia todo el panorama.
·         En lugares como éste se nota aún más ese enfoque de que el Gym puede servir para muchas más cosas que para hacer ejercicio, de hecho más bien parece centro social. Para ser honesto esta percepción si me golpea un poco, ya que siempre he sido muy hosco en el Gym, es decir, al tener muy poco tiempo, por el trabajo y las cosas que debo hacer, voy exclusivamente a hacer ejercicio, sin embargo hay muchas personas que a lo último a lo que van es a eso. Me dio mucha risa ver a un wey como de mi edad, con una panza verdaderamente impresionante, la cual, la verdad se ve que le ha costado mucho dinero formarla, subido en una caminadora con el ritmo más bajo que tenía la máquina, después de un par de minutos que llevaba en ella, sonó su teléfono celular, contesta y muy ufano dice: si, a estoy en el Gym, ya sabes que me gusta venir temprano. Ya no puse más atención ya que no me importaba en lo mínimo su conversación, sin embargo, después de 10 minutos de estar hablando por teléfono el tipo se baja de la caminadora, agarra sus cosas, se va a los vestidores y una media hora más tardes se va a su casa después de haber ido al Gym. La moraleja que me deja tal situación es que muchas veces hemos de pensar que con ver a otros hacer las cosas, nos harán efecto a nosotros. Y supongo que lo mismo pasa como cuando estamos enfermos y pensamos que con ver la medicina nos vamos a curar o que se nos va bajar la panza con ver a otros comer verduras mientras le damos la mordida a nuestra torta de milanesa con quesillo. Hay que "hacer las cosas" para ver el resultado, de otra manera solo estaremos disfrazando nuestras verdaderas intenciones.
·         A pesar de que va mucha gente, en todo el tiempo que he venido, no he visto a una sola persona que tenga un cuerpo de campeonato, eso también le da soporte a la teoría de mi amado padre que dice: "jamás encontrarás a un aspirante a Míster México en un lugar de esos..." Y no es por el gimnasio en sí, es porque no hay hambre de triunfo, no hay contra quien competir... Si quieres competencia ve a donde haya personas que tengan hambre de más, no en dónde solo van a pasar el tiempo". Y desafortunadamente en 98% de personas que vi... Sólo iban a pasar el tiempo, no critico, a final de cuentas cada quien sabe en qué se gasta su lana.
Por último, quizá sí, los que nos queremos poner mamados estamos loquitos, y quizá sí, también tenemos falta de autoestima, pero viendo este panorama no creo que seamos los únicos. Por lo visto también la tienen los que corren, los que nadan, los que bailan y todos aquellos que hacen algo con la finalidad de no verse tan mal.

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